Francia, camino a la prohibición del velo en las escuelas
PARIS
La polémica lleva años y no entiende de derechas o de izquierdas. En Francia, una comisión parlamentaria integrada por 31 legisladores se pronunció por unanimidad por una ley que prohíba llevar a la escuela pública cualquier signo religioso. La medida intenta dar fin a la polémica desatada en ese país por las alumnas musulmanas que se niegan a quitarse el velo islámico cuando están en clase.
El texto aprobado por la comisión presidida por el presidente de la Asamblea Nacional, Jean-Lois Debré, se pronuncia a favor de una normativa que prohíba "expresamente la exposición visible de cualquier signo de pertenencia religiosa o política en la escuela". "Los miembros de la comisión —sigue el texto— compartimos el mismo sentimiento de que la escuela que, hasta hace unos años, era un medio protegido, un santuario, ha devenido un lugar de expresión de tensiones y dificultades de nuestra sociedad: falta de respeto, violencia y proselitismo de todo tipo..."
Detrás del debate por el velo de las niñas está la definición de ámbito público y privado y del estatuto de igualdad para todos los ciudadanos. En un Estado laico, la religión queda reservada al espacio de la intimidad.
Quienes defienden su portación argumentan que es marca de identidad. En cambio, quienes están en contra aducen que atenta contra el principio de igualdad. Los más radicales sostienen que las familias que insisten en enviar a las chicas con el velo a la escuela son la avanzada de sectores militantes del integrismo, que buscan conquistar espacios en la sociedad civil francesa, como escribió para el diario El País el escritor peruano Mario Vargas Llosa.
En Francia, oficialmente habitan unos tres millones de musulmanes, aunque esas cifras no contemplan la enorme cantidad de inmigrantes clandestinos que allí viven.
El debate sobre el velo en Francia estalló al bies de la década del 80. El 27 de noviembre de 1989 el Consejo de Estado estableció que llevar signos religiosos "no es, en sí mismo, incompatible con el principio del laicismo", salvo si obstaculiza las actividades de enseñanza. Entonces, la decisión última quedó en manos de los directores de los colegios.
En 1994, una circular precisó la prohibición de exhibir "signos ostentosos", con el riesgo de la expulsión. En abril pasado, el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, recordó ante un auditorio islámico la obligación de llevar la cabeza descubierta en las fotos de los documentos de identidad. Ahora Francia se encamina hacia la prohibición del velo en las escuelas.
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